Capitalizando aprendizajes para la gestión del talento en la era digital

Impulsa y fortalece tu organización gestionando con foco en tu agenda los puntos estratégicos para el crecimiento de tu empresa.
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By GABRIELA ORMEÑO GUZMÁN

Capitalizando aprendizajes
para la gestión del talento
en la era digital

Iniciar un nuevo ciclo capitalizando lo aprendido y experimentado en el año que dejamos es clave para desarrollar estrategias y modernizar la gestión del talento. Esto implica ser conscientes y responsables del impacto que podemos generar tanto para las personas como para sociedad con buenas prácticas organizacionales.

La Organización mundial de la salud declaró el 11 de marzo de 2020 desde su sede de Ginebra al COVID 10 como pandemia y desde ese momento nada fue igual. Y ya nada será igual.

La globalización provocó que rápidamente una enfermedad se trasladará a todo el mundo en cuestión de semanas.

La falta de tratamiento y de una vacuna obligaron a los Estados a tomar medidas tan drásticas como el aislamiento social. Se produjo la reclusión de millones de personas en cientos de países, el cierre de empresas, colegios, negocios e instituciones en todo el planeta.

Aquí la palabra confinamiento fue una de las más utilizadas en este año complejo que vivimos.

Fue la primera vez en la historia moderna que todos al mismo tiempo sufrimos tan intensamente y conectadamente los efectos de una debacle sanitaria a nivel global.

Esta situación fue seguida en vivo por todos ya que nos encontró en una era con la tecnología suficiente para estar conectados en tiempo real y siguiendo los acontecimientos.

The new normal y el mundo del trabajo se transformó

Como saben, nos dedicamos a desarrollar la gestión del talento en la era digital. Y en este contexto de cierre sistemático de espacios y reclusión de personas la pandemia aceleró cambios que afectan y afectarán de ahora en adelante a las personas en su empleabilidad y en la forma en la cual nos relacionamos y desarrollamos nuestra vida profesional, además de la vida personal.

Por ello, estoy de acuerdo con utilizar la palabra nueva normalidad para referirme a este presente que emergió y que se está consolidando, y se consolidará en los próximos años.

Ya que la nueva normalidad implica darse cuenta de que los mecanismos que se activaron, como la digitalización del trabajo, el uso intensivo y exponencial de la tecnología como elemento esencial para desarrollar las actividades en una organización será parte de esta nueva forma de trabajar.

Por un lado, las organizaciones entendieron que con la tecnología pudieron sobrevivir, y otras pudieron reconvertirse.

Por otro lado, se enfrentó a colaboradores y líderes a trabajar a distancia y esto también evidenció que el trabajo remoto – que ha existido desde hace décadas – hoy será parte también de esta “nueva normalidad”.

Pensar que cuando todo termine, cuando la pandemia sea parte de nuestra historia, volveremos a ser como antes es lisa y llanamente no evolucionar en el mundo organizacional y no haber aprendido de esta experiencia.

El 2020 fue un cambio de era. El paradigma del trabajo como lo conocíamos mayoritariamente más tayloriano, enfocado una cultura transaccional, basada en la jerarquía fue puesto a prueba por otros paradigmas con una cultura basada en la confianza, en el trabajo remoto, en los resultados, en el no control, en el liderazgo empático y en la colaboración.

Puso en jaque a muchos líderes y organizaciones que no tenían ni un management preparado, ni una fuerza de trabajo entrenada, ni tecnología para afrontar esta forma de trabajo a distancia.

Muchas empresas aún, así con muchas falencias pudieron tener a flote su empresa, aunque muchos no lo lograron y perecieron.

El mundo cambió

Entender que el mundo cambio es priorizar a las personas por encima de todo. Es darle un valor elevado al trabajo multicultural, es reflexionar sobre la cultura que tiene nuestra organización, es trabajar profesionalmente la experiencia del empleado en la era digital

Aquí las áreas de recursos humanos, People, Gestión de personas serán trascendentales para apoyar este cambio. Que sólo podrá ser tangible si existe un liderazgo que lo apoye y genere las condiciones adecuadas para ello.

Además de estos cambios organizacionales y de capitalizar estos aprendizajes, también la pandemia visibilizó la destrucción que día a día efectuamos al planeta por la polución ambiental y la contaminación que se genera en el traslado de millones de personas a grandes urbes. Además de los accidentes y otras consecuencias provocadas al movilizar a millones de personas a las oficinas todos los días.

Cuando el confinamiento nos obligó a guardarnos en nuestros hogares, la naturaleza floreció, el cielo se limpió y las aguas se volvieron más azules. Es decir que los niveles de contaminación fueron drásticamente visibles para la sociedad, sobre todo quienes vivimos en grandes ciudades.

Esto es una muestra de que debemos desarrollar nuestras actividades de forma sustentable y dirigir empresas que cuiden lo que producen, que no contaminen, con colaboradores que sepan que ir en auto al trabajo, que trasladarse tiene efectos muy negativos para nuestra salud y el medio ambiente.

Por eso aprender de ello y generar estrategias para ser responsables socialmente es esencial.

El trabajo se transformó 

También pudimos observar como se perdieron millones de empleos, el cierre de empresas, y cómo se producía la digitalización más grande de la historia.

La sistematización de tareas repetitivas, la expansión del trabajo remoto demostró que muchas empresas podrán operar a distancia.

La educación es clave

Esto dejó al descubierto, además, la falta de preparación, de infraestructura para que los colaboradores trabajen en esta modalidad remota.

Se visibilizó la falta de skills, de habilidades que les permitieran a las personas operar de forma flexible e inteligente.

La ausencia de capacitación fue evidente, tanto para líderes como para colaboradores, que trabajaron en sus casas en situación de emergencia con familiares e hijos incluidos y sin un espacio preparado para ello.

Muchos otros, tuvieron una suerte más oscura y no pudieron sostener sus trabajos dado que, no eran convertibles en remotos y esto creo inequidades que persisten y deben ser afrontadas por quienes lideran las empresas y por los Estados.

La empleabilidad deberá ser un mantra para las empresas y el Estado. Sabemos que no contamos con capital calificado suficiente y además que tenemos la inconsistencia y paradoja de sufrir el faltante de talento y de encontrarnos con millones de personas desempleadas por no tener la capacitación suficiente, ni la educación necesaria.

En 2021 el reskilling para reconvertir las funciones de los colaboradores y el upskilling para mejorar y desarrollar las habilidades faltantes serán claves para el crecimiento de las empresas y capitalizar el desarrollo deberá estar entre las prioridades de quienes dirigen empresas y de las áreas de capital humano.

El impacto de las emociones debe gestionarse

Otro aprendizaje ante esta crisis, es la importancia crítica que tienen las emociones en las personas. Hoy enfrentamos otro flagelo que es el derivado de las enfermedades mentales como la depresión y el estrés que necesitarán de empresas y líderes empáticos. Así como de profesionales preparados para asistir y cuidar a las personas. Será clave acompañar a los colaboradores en primer lugar desde lo emocional brindándoles canales para trabajar con profesionales idóneos estos problemas. A partir de una buena gestión emocional las personas tendrán bienestar, serán más productivas y estarán comprometidas en sus trabajos.

Según los datos de la ONU, antes de la pandemia de COVID19 la depresión y la ansiedad ya costaban a la economía mundial más de un billón de dólares al año. La depresión afecta a 264 millones de personas en todo el mundo,

Aquí hay una responsabilidad social empresaria para ayudar a las personas que no puede eludirse. Además del impacto económico que provoca pérdidas realmente impactantes para las organizaciones. Es por ello que deberá ser otra prioridad sin dudas en las agendas de quienes cuidan el talento en la era digital

Un mundo más humano y digital llegó para quedarse

El mundo se ha vuelto más humano que nunca con el COVID19. Aquí los seres humanos manifestaron su vulnerabilidad: una vulnerabilidad emocional, social y laboral.

Estando indefensas, las personas que pudieron trabajar en forma remota fueron capaces mantener sus puestos de trabajo y a través de la tecnología pudieron estar conectados en un momento de alta incertidumbre y aislamiento.

Por todo ello, capitalizar el trabajo remoto e impulsar la tecnología deberá ser otro tema en agenda clave a capitalizar e impulsar porque demostró ser la única alternativa ante esta crisis global.

Los colaboradores no se olvidarán de esa compañía que los escuchó, que los ayudó, que se preocupó por ellos. Que los capacitó y les otorgó las herramientas para trabajar a distancia.

Un camino que hay que transitar: el trabajo híbrido está en proceso a nivel global

 

Hay un camino enorme por recorrer. Existen muchas desigualdades por trabajar y ponerse en marcha es fundamental para cerrar la brecha digital y de habilidades en las personas.

La nueva normalidad implica además un trabajo híbrido en la era digital. En donde el trabajo presencial y remoto van a convivir. Ya que los equipos de trabajo van a ser cada vez más multiculturales y deslocalizados.

La guerra por el talento es global y esto quedó en evidencia con el trabajo remoto. Ya no sólo se compite por el talento a nivel país, sino que otras compañías podrán atraer el capital humano de otra empresa sino se cuida la experiencia del empleado, sino se desarrollan a las personas de forma efectiva y sino se cuida de sus emociones en forma genuina.

Las empresas van a continuar existiendo, pero sus espacios de trabajo van a transformarse para ser más flexibles, con esquemas de trabajo como el Hot Desking.

El equilibrio es clave en empresas Human to Human

Las compañías deben capitalizar el trabajo a distancia y multicultural, el desarrollo y reconversión de los puestos de trabajo, la salud mental y ser conscientes de su impacto en el medio ambiente.

Aquí el equilibrio para manejar todos estos retos y necesidades serán evaluadas por los colaboradores. El talento valorará las empresas Human to Human y su compromiso con el planeta.

Y no se trata de marca empleadora, si bien la afecta en forma directa.

Por primera vez en la historia las empresas deberán explicitar fuertemente su don de gentes porque estarán expuestas más que nunca a las nuevas generaciones.

Las organizaciones serán evaluadas por su don de gentes, por su humanidad y contribución a la sociedad en los próximos años.

EL futuro es hoy, se construye con las acciones que estamos haciendo en el presente.

La capacitación ágil, específica y de calidad es clave

 

No hay tiempo para esperar y planificar, porque el futuro es y será volátil, incierto y ambiguo. Aquí es clave trabajar de forma ágil, esto quiere decir brindar a los colaboradores el entrenamiento cuando lo necesitan y no cuando un calendario lo indique, significa liderar con el ejemplo, pedir ayuda y construir un retorno a las oficinas híbrido y teniendo en mente el bienestar y la recapacitación de los colaboradores.

La gestión del talento en la era digital es gestión humana apalancada en la tecnología. 

Es clave que revisen el mapa de talentos que tienen, que competencias y capacidades deben desarrollar las personas y centrarse en su formación. El desarrollo será un tema en agenda clave para el crecimiento y sostenibilidad de las empresas en la era digital.

El presente y futuro no serán fáciles Muchos países entrarán en recesión o estanflación y es el momento de cuidar el talento y de reconvertirlo.

Sin personas las empresas pierden su valor. La capacidad de elaborar productos y servicios, la capacidad de conectar empáticamente con las personas y clientes, la creatividad, no serán reemplazadas por la tecnología.

Profesionalizar el trabajo remoto es fundamental

 

Por ello, profesionalizar el trabajo a distancia es sofisticar las habilidades de nuestros colaboradores y muchas empresas lo tienen muy claro para tener éxito en los próximos años de reconstrucción en el mundo del trabajo y en la sociedad.

Quienes trabajamos en la industria del conocimiento vemos un futuro lleno de oportunidades.

No obstante, es importante no dejar de ver las realidades de las personas más desfavorecidas, sin educación, que viven en espacios reducidos, con nula tecnología, en donde la brecha social y digital los hará pasar uno de los peores momentos de sus vidas.

Este no es un mundo donde debamos dejar de ayudar a quienes más lo necesitan. Quienes dirigen las empresas deberán ser socialmente responsables y tenerlo en sus agendas como prioridad también.

El blended laboral está entre nosotros

Esta nueva normalidad tendrá matices. Las compañías deberán ser capaces de trabajar de forma híbrida, combinando el trabajo presencial y remoto. Desarrollando espacios y organizaciones remote friendly para ser sustentables, para ser flexibles y para estar preparadas ante nuevos cambios bruscos de contexto.

Lo único que sabemos es que todo cambia, es que no tenemos las respuestas para lo que podría acontecer mañana, pero si tenemos las habilidades necesarias desarrolladas iremos construyendo y cocreando juntos las respuestas.

Es por ello que la formación es tan importante para las empresas: personas con habilidades son personas que pueden brindar soluciones y adaptarse al entorno.

Capitalizar aprendizajes significa abrazar el cambio y la incertidumbre como parte de la gestión humana y empresaria. Sabiendo que esto requiere de un nuevo mindset, de una cultura que deberá estar orientada al aprendizaje permanente, a la confianza y flexibilidad en la toma de decisiones. Debiendo reconfigurarse procesos, políticas y la forma en la que concebimos los espacios de trabajo.

El trabajo colaborativo y la colaboración entre empresas serán cada vez más estratégicas.

No se trata de cuidar cada uno nuestro propio negocio. En un mundo global somos más fuertes si nos ayudamos entre todos.

Hay muchos otros temas en agenda, aquí quise traer los que considero claves para la gestión del talento en la era digital. Recuerda que habrá muchos matices y la formación de los líderes y colaboradores será clave en la industria del conocimiento.  

Si necesitas acompañamiento en este cambio puedes contactarme para impulsar tu organización al siguiente nivel.

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