Smart Working y gestión flexible de colaboradores distribuidos
El Smart Working es un estilo de gestión empresarial cuya finalidad es el incremento de la productividad, así como del bienestar y satisfacción de sus colaboradores. Aquí más que nunca las personas están en el centro del negocio. Se las lidera a través de la confianza y flexibilidad espacio-tiempo para llevar adelante las metas organizacionales.
Sus características
Su principal rasgo distintivo es la a plena movilidad del trabajo remoto y flexibilidad horaria. El uso eficiente de las herramientas tecnológicas, es un rasgo también al permitir la gestión de los equipos distribuidos. Algo que para muchos hoy parece demasiado sofisticado, pero hace décadas que funciona a nivel global.
Al igual que el trabajo remoto, aquí se trabaja por resultados con colaboradores a lo largo de todo el mundo, logrando una diversidad de talento que promueve un clima de inclusión y de nuevas ideas, mayor creatividad en los proyectos.
Se trabaja de forma colaborativa sin importar la ubicación de los miembros del equipo, aquí el acceso a la información y la plena conectividad es fundamental.
El trabajador tiene la flexibilidad para poder administrar su tiempo, de organizarse según sus intereses y adaptarlo a su estilo de vida.
Es clave contar con líderes capaces de gestionar equipos distribuidos y de generar compromiso a la distancia. Esto requiere de un despliegue de habilidades y de metodologías de trabajo ágiles que involucren a todo el equipo en un trabajo integrado y autónomo. Esto es un desafió, ya que mantener viva la pertenencia y el aporte de cada individuo son elementos que marcan la madurez de una organización y de su liderazgo.
“El estilo de gestión de personas de los lideres son el reflejo de la madurez de una organización.”
También se requiere de colaboradores entrenados en mejores prácticas de trabajo y de organización con un accountability maduro para el trabajo por objetivos. El entrenamiento a las personas se deberá realizar en función de los protocolos de trabajo inteligente de la organización y de los roles que posea cada empresa.
“El Smart Working es justamente un diseño intencional de prácticas de trabajo ágiles para lograr flexibilidad, para que todos sepan qué hacer y cómo interactuar en equipo para el logro de los resultados.”
En la era digital y en el entorno que estamos viviendo el Smart Working acompaña de forma eficiente y eficaz la gestión de equipos remotos con un grado de sofisticación que puede ser gestionado en ese nivel por empresas maduras a nivel cultural en cuanto a la confianza, autonomía de sus colaboradores y un liderazgo orientado 100% a las personas.
No implementarlo en la industria del conocimiento es no avanzar
Depende también del país del que se trate, de las regulaciones que existan, pero esta modalidad más “flexible” irá ganando cada vez más adeptos, ya que el talento lo demandará y “no será negociable” con los posts millennials.
Al respecto, es muy interesante un estudio del Instituto Global McKinsey el cual revelaba que los empleadores en Europa y América del Norte iban a necesitar entre 16 y 18 millones de trabajadores con educación superior en 2020 de los disponibles. El estudio pronosticaba que las empresas no podrían ocupar hasta uno de cada diez roles.
Si bien es un estudio, con las limitaciones que pueda llegar a tener, este análisis no esta tan alejado de lo que hoy vivimos quienes trabajamos en la industria del conocimiento. Cada vez es más difícil atraer talento calificado por lo cual el Smart Working se convierte en un aliado para la atracción del talento global.
Asimismo, el trabajo inteligente no solo reduce costes, sino que cuida el medio ambiente. Sabemos que uno de los grandes problemas de las grandes ciudades es el desplazamiento y traslado de personas. La polución, toda esta contaminación se reduce considerablemente con el trabajo remoto y claro con el Smart Working.
El estudio de International Workplace Group señala que 9 de cada 10 (el 89 %) cree que el trabajo flexible mejora el crecimiento de su negocio, el 87% considera que incrementa su competitividad y un 82% que mejora la productividad.
Estos porcentajes son mucho más que cifras, son el reflejo de lo que hoy vemos en la sociedad del conocimiento. A las personas no se les paga por estar en un espacio físico, sino por lo que producen con su saber, pudiendo generar valor y productividad con el trabajo deslocalizado.
“A los colaboradores se los contrata a por su Know How, por lo que pueden crear, generar a partir de su saber y convertir en valor para la organización, y esto lo pueden realizar en cualquier parte con tecnologías y metodologías de trabajo adecuadas”.
En mi experiencia, el trabajo flexible tiene un impacto directo en el clima de trabajo y en la retención de talento. Los colaboradores “eligen quedarse más tiempo” en una empresa que tiene estas prácticas. Esto genera mayor rentabilidad dado que, el reemplazo de los colaborares calificados eleva los costes de contratación considerablemente, y puede llevar meses en pérdida de salarios.
“Aquí lo importante es la tarea, no el lugar donde se lleva a cabo”
El mundo del trabajo es y será cada vez más competitivo, la tradicional “guerra por el talento” ya no tiene fronteras. Las empresas que tengan en sus estrategias el modelo Smart Working serán las compañías que tengan más talento, mejores niveles de satisfacción, productividad y oportunidades de nuevos negocios. Por ende, serán empresas que tengan mejores perspectiva de sostenibilidad y competitividad en el mercado.
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